José Luis Zamorano, El Profesor y cardiólogo en el Hospital Universitario Clínico San Carlos
Los especialistas se reunieron para analizar el presente y futuro de estas patologías que afectan a más de unos 3.500 españoles portadores en nuestro país.
Entre otros expertos, destacó la presencia de los Doctores Carmen Navarro, neuropatóloga del Hospital de Vigo, Galicia, quién también ha sido una de las coordinadoras de este Simposio; el Doctor Guillem Pintos, pediatra del Hospital Germans Trias i Pujol en Badalona, Barcelona; la Doctora Derralynn Hughes, hematóloga del Hospital Royal Free en Londres; el Doctor Dominique Germain del Departamento de Genética en el Hospital Raymond Poincaré y Profesor en la Universidad de Versalles, Francia; el Doctor Christoph Kampmann del Departamento de Cardiología Pediátrica en el Johannes Gutenberg Childrens Hospital y Profesor en la Universidad de Mainz, Alemania; el Doctor Ari Zimran, Director de la Clínica Gaucher en Jerusalén, en Israel; el Doctor Atul Mehta, hematólogo del Royal Free Hospital en Londres y el Doctor Gregory Pastores, neuropediatra de la NYU School of Medicine en Nueva York.
Doctor Gregory Pastores, Neuropediatra de la NYU School of Medicine en Nueva York
Los expertos explicaron que las enfermedades lisosomales son un grupo de patologías genéticas hereditarias que se caracterizan porque los afectados presentan una deficiencia de una enzima que se encuentra en el lisosoma. Hasta la fecha, se han diagnosticado unas cincuenta. Dicho lisosoma es un orgánulo que se encarga de la digestión celular, por lo que si una de sus enzimas tiene actividad reducida o nula, su substrato se almacena poco a poco en los órganos vitales como el corazón, cerebro, riñón e hígado de estos pacientes y les provoca multitud de síntomas, algunos de ellos muy graves, como, por ejemplo, en el caso de las enfermedades denominadas Mucopolisacaridosis (MPS) daños óseos, retraso mental o enfermedades del sistema nervioso central. Otras de las enfermedades más conocidas dentro de este Grupo son la enfermedad de Gaucher que es la más frecuente-, y la enfermedad de Fabry, también llamada enfermedad impostora, porque simula los síntomas de muchas otras patologías, sobre todo, en el caso de que afecte a las mujeres, como el lupus, la fibromialgia o la artritis reumatoide, según señalaron estos expertos.
Doctor Atul Mehta, hematólogo del Royal Free Hospital en Londres
Por tanto, su diagnóstico y seguimiento requiere un abordaje multidisciplinar, constituido por neurólogos, radiólogos, nefrólogos, patólogos y cardiólogos. Cuanto antes se diagnostiquen estas patologías y se administre tratamiento, antes se evitará el daño de más órganos. Los estudios han demostrado que, si aplicamos el tratamiento adecuado de forma precoz, evitaremos posteriores daños en otros órganos del paciente, indicó el Doctor Pastores, neuropediatra de la NYU School of Medicine en Nueva York.
La Doctora Carmen Navarro, neuropatóloga del Hospital de Vigo, Galicia, quién también ha sido una de las coordinadoras de este Simposio, comentó en sus conclusiones el interés por abordar estas patologías no por enfermedades individuales, sino por diagnósticos y tratamientos de mecanismos patofisiológicos comunes a todas las enfermedades lisosomales, pues se trata de patologías multisistémicas que pueden llegar a afectar a varios órganos vitales.
Pruebas de Diagnóstico
Para diagnosticar estas enfermedades, los especialistas comentaron que actualmente cuentan con varios grupos de pruebas diagnósticas: en primer lugar, las pruebas de Cribado Neonatal Ampliado (PCN), en segundo, las técnicas de genética molecular y, la tercera, las técnicas de genética preimplantacional, entre otras.
Respecto al primer grupo, las PCN, algunos especialistas revelaron que las cifras de prevalencia de enfermedades lisosomales en España podrían ser mucho mayores si en todas las Comunidades Autónomas se contara con pruebas de Cribado Neonatal Ampliado (PCN) que son las pruebas específicas para detectar estas patologías en los recién nacidos-. Sin embargo, actualmente, solo en tres de las diecisiete Comunidades Autónomas de nuestro país se realizan estas pruebas. Solo Andalucía, Murcia y Galicia realizan estas pruebas ampliadas que detectan precozmente a numerosos niños afectados y pueden evitar otros nacimientos con estas mismas mutaciones graves en los grupos familiares afectados. Lo justo es que estas pruebas tan útiles para detectar cuanto antes estas patologías y evitar más nacimientos en la misma familia con esta alteración, se realizaran en las diecisiete comunidades autónomas, señaló el Doctor Miguel Ángel Barba.
Por otro lado, los doctores Doctor Atul Mehta, hematólogo del Royal Free Hospital en Londres y el Doctor Gregory Pastores, neuropediatra de la NYU School of Medicine en Nueva York, aclararon que ya están disponibles las técnicas de diagnóstico genético preimplantacional. Esta opción prediagnóstica permite evitar ciertas mutaciones genéticas erróneas en el ADN en una o dos células de un embrión de tres días de vida obtenido por fecundación in Vitro, explicaron los doctores. Posteriormente, el embrión que no esté afectado por esta mutación es de nuevo transferido al útero de la progenitora y, en teoría, el bebé nacerá sin esta mutación genética y, por tanto, sin la enfermedad. Se trata de una opción más y para aquellas familias que lo deseen que tengan antecedentes de graves enfermedades lisosomales. En nuestra experiencia han demostrado su eficacia hasta en un 60% de los casos, explicó el Doctor Pastores. Sin embargo, el Doctor Atul Mehta, hematólogo del Royal Free Hospital en Londres, aclaró que las cifras de éxito de estas técnicas son variables y dependen de cada enfermedad y de cada laboratorio, puntualizó, este hematólogo.
Novedades Diagnósticas en el área de la Cardiología
Precisamente, en el campo de la cardiología, el Profesor y cardiólogo en el Hospital Universitario Clínico San Carlos, José Luis Zamorano, presentó una nueva herramienta de diagnóstico precoz en pacientes afectados por la enfermedad de Fabry. Los pacientes afectados por esta enfermedad suelen presentar una hipertrofia ventricular izquierda del músculo cardiaco, pero este síntoma también se presenta en otros sujetos como son los deportistas y otros pacientes con hipertensión arterial, señaló este experto. Y, reveló que su equipo clínico ha desarrollado recientemente el primer sistema de detección y diferenciación denominado Global Function Index (GFI) que permite detectar exactamente el origen de este aumento del tamaño de la fibra cardiaca y conocer exactamente la patología primaria que provoca la hipertrofia ventricular del sujeto que ayudará a diagnosticar con más precisión a los pacientes afectados por la enfermedad de Fabry, que en muchos casos, sobre todo cuando afecta a las mujeres, se suelen diagnosticar erróneamente, apuntó el Profesor Zamorano.
Tratamientos
Respecto a los tratamientos para abordar estas patologías lisosomales y multisistémicas, los especialistas internacionales hicieron un llamamiento a las Autoridades Internacionales tanto de la Unión Europea como Norteamericana para que destinen más presupuestos a la investigación de estas patologías de las que actualmente hay clasificadas unas cincuenta. Como facultativos, nos gustaría contar con mayor equidad en la investigación de tratamientos, pues disponemos de cinco alternativas terapéuticas para la enfermedad de Gaucher, y, sin embargo, para nuestros pacientes con San Filippo no contamos con ningún tratamiento, lo cual es muy fustrante para los pacientes y sus familiares, señaló el Doctor Mehta.
Este hematólogo británico recordó que la Velaglucerasa Alfa ha sido el último Tratamiento de Sustitución Enzimática (TSE) aprobado para abordar la enfermedad de Gaucher, la más común de estas patologías y, en sus palabras, ha supuesto un gran avance para los pacientes por la reducción en el tiempo de administración, por su origen de línea celular humana que reduce a menos de un 1% la formación de anticuerpos frente al otro tratamiento enzimático existente, la Imiglucerasa, obtenida por cultivo de células de ovario de hámster chino que provoca anticuerpos entre un 10 y un 15% de los pacientes y, del que, además, los pacientes han sufrido un desabastecimiento mundial, reveló el Doctor Atul Mehta.
Nuevas opciones terapéuticas
Asimismo, los especialistas comentaron que el gran reto de todas las Terapias de Sustitución Enzimática consiste en conseguir que los medicamentos atraviesen la barrera hematoencefálica para prevenir daños neurológicos, con síntomas como las crisis epilépticas y la demencia en el caso de las enfermedades por acúmulo de mucopolisacáridos o glicosaminoglicanos. En esta línea, el Doctor Mehta aclaró que algunas entidades biofarmacéuticas como Shire ya están realizando estudios en fase II que consisten en administrar la terapia enzimática a través de un catéter central interno implantado quirúrgicamente en el tejido subcutáneo a través del cual el medicamento puede acceder al líquido cefalorraquídeo y evitar los daños neurológicos de estas enfermedades.Se trata de un procedimiento seguro que puede aportar claras ventajas a los niños afectados por patologías lisosomales, explicó este Doctor.
Además, el Doctor Barba señaló que existe una segunda línea de investigación clínica con diferentes tratamientos de chaperonas, moléculas muy pequeñas capaces de interrumpir el proceso de depósito y de regular la función celular de la enzima defectuosa. Asimismo, también se están realizando investigaciones en diferentes fases en terapias de implantación celular y terapia genética, cuyo objetivo es restituir la función celular de la enzima que no hace su función correctamente en el organismo de estos pacientes y que en el plazo de unos tres o cinco años podrán suponer una esperanza para todas estas patologías, comentaron los Doctores Mehta y Pastores.
En un futuro temprano
El Doctor Gregory Pastores añadió que a las nuevas herramientas de diagnóstico y los nuevos tratamientos se sumarán el descubrimiento de nuevos biomarcadores relacionados directamente con el estado de la evolución de la enfermedad y su progresión en cada órgano. La combinación de nuevos biomarcadores nos permitirá ir muy por delante de la progresión de la enfermedad y evitaremos que el daño llegue al sistema nervioso central. En unos cinco años, tendremos más piezas del puzzle científico. Y, por tanto, mejorará la calidad de vida de estos pacientes. Comprobaremos que la genética no marca necesariamente el futuro de cada persona, sino de lo que potencialmente puede llegar a ser, afirmó Pastores.