Los resultados de una investigación realizada por doctores de la Universidad de Texas (Estados Unidos) en más de 17.000 mujeres ha demostrado que el riesgo de desprendimiento de placenta durante el parto es tres veces mayor en aquellas féminas que padecen alguna enfermedad temprana de la tiroides. Los resultados de esta investigación se han publicado en agosto en la revista Obstetrics & Gynecology, el órgano oficial del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG)
Dr. Brian Casey.
Un estudio con 17.298 mujeres embarazadas del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas (Estados Unidos) revela que las enfermedades tiroideas aumentan por tres, el riesgo de desprendimiento de la placenta durante el parto. Sin embargo, el mismo estudio señala que no supone ninguna ventaja realizar pruebas rutinarias para detectar problemas de tiroides en mujeres embarazadas o suministrar a las pacientes suplementos de hormona tiroideas.
En este estudio, los investigadores analizaron los niveles de anticuerpos contra la peroxidasa tiroidea (POT) en las mujeres antes de las 20 semanas de embarazo. Posteriormente, los investigadores compararon esos niveles con la salud de las madres y sus bebés después del parto. La POT es una enzima que suministra yodo a las hormonas tiroideas. En algunas enfermedades autoinmunes de la tiroides, se producen anticuerpos contra la POT. Esto provoca la disminución de esta enzima y, provoca que el metabolismo se ralentice. No obstante, cuando los niveles de este anticuerpo son bajos, en algunos casos la tiroides es capaz de compensar esta carencia y producir cantidades normales de hormonas tiroideas.
Los resultados de la investigación muestran que cerca del 6% de las madres tenían anticuerpos contra la POT, aunque la tasa variaba según su grupo étnico. Las mujeres blancas tenían una tasa del 8,4%, mientras que las mujeres de raza negra no llegaban al 3%. Las féminas que tenían anticuerpos contra la POT presentaban niveles normales de hormonas tiroideas.
Las tasas de complicaciones durante el parto fueron las mismas tanto para las mujeres con anticuerpos como para las que no los tenían, con la excepción del desprendimiento de la placenta. Este problema se presentó en el 1% de las mujeres que dieron positivo a los anticuerpos y en el 0,3% de los casos que dieron negativo, según explicaron los investigadores de este estudio.
Los autores de esta investigación destacaron que el estado de los anticuerpos de la madre no tuvo ningún efecto sobre la salud del bebé. «Este estudio muestra una relación directa entre los anticuerpos contra la POT y el desprendimiento de placenta. Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que el uso de suplementos de hormona tiroidea mejore la salud de las mujeres o sus bebés», afirma el doctor Brian Casey, coautor del estudio y profesor de Obstetricia y Ginecología del Centro Médico Southwestern de la Universidad de Texas.
Los resultados de esta investigación se han publicado en el número de agosto de Obstetrics & Gynecology, la revista oficial del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG). Además del doctor Casey, participaron otros investigadores como el doctor Mina-Abbassi Ghanavati, el doctor Donald McIntire, la doctora Lisa Halvorson, el doctor Gary Cunningham, y la doctora Catherine Spong.
Los investigadores de la Universidad de Southwestern participan en un estudio nacional para probar si los suplementos con hormonas tiroideas pueden mejorar los resultados del embarazo. Este estudio está liderado por la Red de Medicina Materno-Fetal del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (NICHD, por sus siglas en inglés). Además, los investigadores de Southwestern también están realizando pruebas para encontrar la relación existente entre las hormonas tiroideas y el momento del parto.
Fuente
Universidad de Southwestern http://www.utsouthwestern.edu/utsw/cda/dept353744/files/598836.html